CLICK HERE FOR BLOGGER TEMPLATES AND MYSPACE LAYOUTS »

sábado, 26 de septiembre de 2009

Recientemente se me metió en la cabeza (no tengo idea de cómo) qué pasa cuando se trata de hacer algo por mucho tiempo y los años le demuestran a una que lo único que se puede esperar de tanto intento fallido es el fracaso inminente...

Confieso, con más que recelo, que sólo soy una víctima más de la esperanza. De los sueños despiertos de una mente más que estúpida y de una vida llena de promesas falsas de profetas aún más falsos.

Por ello, he aquí las cinco reglas de vida (mías, no tienen que ser compartidas) para sobrevivir a la caníbal esperanza:

  1. La más importante, cada vez que después de recibir una mala noticia oiga una vocecita dentro de su cabeza que dice que algo similar a "la próxima vez"; "talvez"; "ya vendrá algo bueno"; etc., ignórela. Es su esquizofrenia hablándole... Hágase ingresar a un hospital psiquiátrico lo antes posible... En su cabeza sólo está usted.
  2. "Si hubiera" es una muletilla, en la vida real no existe el pretérito pluscuamperfecto (y a la vida no le importa mucho la gramática). Lo que no fue NO FUE y lo más probable es que nunca será.
  3. Tener una actitud positiva es sólo el preámbulo de la depresión suicida (no digo que vaya a tener el valor de suicidarse, pero fijo va a pensar en hacerlo), y una estrategia más de la esperanza para destruirl@ mejor en el futuro.
  4. "Las cosas buenas sólo le pasan a la gente buena"... BS, las cosas buenas sólo pasan para aumentar su esperzanza y luego caerle más duro. El objetivo es que se confíe para agarrarl@ desprevenid@ y que la depresión suicida sea menos disfrutable.
  5. Acostúmbrese a vivir sin esperanza, ya lo dijo Alexander Pope "Bienaventurado el que no espra nada, porqué jamás se verá defraudado". Si no sigue el consejo... no se queje.
Finalmente, mis deseos de un buen día o una buena noche... Espero...