Historias de veneno

Es verdad que no hay verdades absolutas... "y eso es absolutamente cierto" (¿¿¿???), bueno... desde niña aprendí que una buena mentira es la que una misma puede creerse... FALSO!!!, si una persona empieza a creerse sus mentiras está en problemas.

No hay mentiras blancas y negras, hay de todos los colores y quien pueda darle más tonos más creativ@ es.

A mí me enseñaron que no debía mentirle a mi mamá y a mi abuelita, pero la regla no aplicaba a mi papá si le convenía a mi mamá... lo que después provocó tanta práctica en mí que terminé controlando mis verdades en lugar de las mentiras. Nos enseñan que no debemos mentir pero nos dan técnicas para lograrlo de formas convincentes cuando les conviene... y luego quieren que seamos sincer@s (¡qué buena broma!)

Pero ante todo, nos enseñan a no mentirnos a nosotr@s mism@s, pero... ¿que es una vivorita sin sus mentiras? Por eso, creo necesario compartir estas mentiras que aprendemos a decirnos a nosotr@s mism@s y que nos vienen muy bien.

1. Todo va a estar bien.
   
2. Yo puedo lograrlo.
   
3. Qué bonita me veo hoy (esta va con dedicatoria... ja ja ja)
   
4. Y... yo creo que me fue bien...
   
5. Es que está ocupad@